Todo empezó como un juego. Como siempre empiezan estas cosas. Un grupo de chalaos por la música, los deportes y las mujeres se enzarzan en discusiones bizantinas sobre canciones, sistemas de votación, ordenación, y todas esas fruslerías. Una buena excusa para repasar algunas de las mejores canciones internacional de todos los tiempos . Una lista que, como todas, es subjetiva y sobre la que no se ponen de acuerdo ni siquiera los individuos que la perpetraron...

lunes, 13 de febrero de 2012

10 - "Just like heaven", The Cure

  • álbum: Kiss me, Kiss me, Kiss me
  • año: 1987
  • sello: Elektra
  • "Show me show me show me
    how you do that trick
    The one that make me laugh
    she said
    The one that make me cry
    she said
    And threw her arms around my neck"

Si digo que “Just like heaven” es la mejor canción de amor de todos los tiempos, pensaréis que soy un exagerado. Sin embargo, si digo que es sin duda una de las mejores canciones de todos los tiempos, seguro que hay más gente que está de acuerdo.

Corría el año 1986 y un adolescente tímido y con la cara llena de granos escuchaba sin parar una cinta que le había grabado un compañero de clase (gracias, Chimo Grañana, estés donde estés). Se trataba de “The head on the door”, que contenía clásicos instantáneos como “Close to me” o “Inbetween days”, y que logró que el que esto escribe jurara amor eterno a Robert Smith y cualquiera de sus trabajos. Un año después, tras el adelanto de “Why can’t I be you?”, salió a la venta el doble vinilo “Kiss me, kiss me, kiss me”, y casi el mismo día de su estreno ya estaba girando en mi viejo tocadiscos.

El disco es un compendio de todos los palos que puede llegar a tocar The Cure, desde canciones bailables, a canciones siniestras, a temas románticos o sensacionales y atemporales temas pop, como el que es motivo de esta reseña.

Just like heaven” fue compuesta por Robert Smith en recuerdo de un viaje que hizo con la que más adelante sería su mujer, al sur de Inglaterra. La banda de entonces redondeó el tema con aportaciones de todos los miembros (en especial, ese bajo tan melódico y característico de Simon Gallup y esa batería tan protagonista de Boris Williams). Antes de completarse la letra, ya se pudo escuchar la canción como sintonía de un mítico programa de la televisión francesa (“Les enfants du rock”). Sin embargo, hasta que Smith no termina los textos no podemos hablar de una canción perfecta, que narra una hermosísima historia de amor, cuyo video-clip nos ilustra a la perfección.

En uno de los mejores Celebrities de Muchachada Nui, un Robert Smith con acento manchego decía que un día vio un punto brillante en el horizonte que se alejaba y que ese punto era su talento. Siendo más o menos discutible que Robert Smith, el líder omnívoro de The Cure, haya visto reducido su inmenso talento en mayor o menor medida, con el paso de los años, es una absoluta tautología el hecho de que nos hallamos ante uno de los iconos de la música pop que ha atesorado mayor talento en el medio siglo que año arriba año abajo tiene este business.

A todos los que opinan que Robert Smith está acabado, yo les digo que escuchen esta canción y luego... “Vamos Robert, sal a bailar”.

Autor: Pedro Blasco

Más información: The Cure en la Wikipedia

Mp3: Just like heaven

Youtube: Just like heaven

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