- álbum: Electr-o-pura
- año: 1995
- sello: Matador Records
- "As time goes by I know it's gonna happen
I know it's going away
Gonna take its toll, gonna take its toll
Gonna take my time"
Veamos:
- Para empezar, son tremendamente feos. No cumplen ninguno de los cánones estéticos adecuados para pertenecer a la industria musical.
- Entre su formación hay un matrimonio (de hecho, son mayoría en el grupo), pero la banda lleva más de veinte años sacando discos con frecuencia, pero no solo eso, sino que también acomete unido proyectos paralelos, como esos irreverentes Condo Fucks, o aquella banda sonora para documentales submarinos.
- Son capaces de sacar en un mismo disco canciones que jueguen con el garage, el noise, el funk, el soul, el rock, el pop... y que para colmo no chirríe.
- Si quieren se cascan una delicia pop de dos minutos, y al siguiente corte, se explayan en 9 minutos de tensión eléctrica.
- No tienen ningún problema en reírse de ellos mismos, como han demostrado en los videos de “Sugarcube” o de este mismo tema que nos ocupa, “Tom Courtenay”.
- Su puesta en escena es sobria, pero no exenta de sorpresas. Llamo al recuerdo aquel bailecito cuando tocaban “You can have it all”, o cuando terminaban los conciertos haciendo una especie de fila, mientras paseaban por el escenario aporreando sus instrumentos.
- Sus discos no ofrecen abiertamente un concepto o un objetivo artístico. Son colecciones de canciones, y éstas son las que dictan la actualidad del grupo.
- No parece que el concepto éxito sea un objetivo en su carrera musical.
- ¿Os he dicho ya lo feos que son?
- No se cortan en hacer conciertos de más de dos horas, en improvisar canciones sobre el escenario, tocar versiones en la radio por teléfono o atender a las peticiones del público. Después de una carrera tan longeva, la frescura sigue siendo una de sus señas de identidad.
Todo esto permite que su música llegue de una manera mucho más directa, sin obstáculos, sin esas coartadas artísticas tan manidas por la mayoría de los grupos de hoy que los acaba dejando como ingenuos adolescentes o flagrantes caraduras. Sabiendo que en la variedad está el gusto, que su potencial se apoya en el cóctel de géneros, que no hay que elegir: melodía, ritmo y ambiente, todo esta bien... Así han forjado una carrera casi impecable, y así llegaron canciones como “Tom Courtenay”, un buen ejemplo de todo lo dicho: aquí hay ruido, electricidad, intensidad, pero también una melodía hipnótica, unos parapapás que en su momento descolocaron a más de uno, y un final que se difumina entre acoples y distorsión.
El cuarto corte de “Electr-o-pura” trata precisamente de la atracción fatal por el “star-system”, esa fábrica de sueños que ha dado lugar a tantas pesadillas, esa colección de tópicos que han alimentado la vida de cientos de personas bajo una fachada engañosa, falsa, tramposa, y en ocasiones, peligrosa, incluso para aquellos “privilegiados” que la integran., pero que al mismo tiempo ha llenado huecos en muchas ilusiones faltas de base sobre la que construirse. Una negra fábula tras la que se esconden los Beatles (también juegan con The Fab Four en el videoclip correspondiente), una referencia que, como poco, da mucho que pensar.
Yo La Tengo fueron, son y serán la fábrica de sueños de Hoboken. Pero sus ensoñaciones están hechas de la madera del hombre de a pie, de aquel que conoce sus limitaciones, pero que libera sus anhelos y deseos, que se emociona con el contacto y que disfruta de la realidad, sabiendo que ésta es más auténtica cuando se alimenta de humor, de fantasía, de crudeza, y sobre todo, de intensidad. A flor de piel. Al alcance de la mano.
Autor: Jesús Sáez
Más información: Página oficial
Mp3:Tom Courtenay
Youtube: Divertido video de la canción.
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